mosquito en la piel humana al atardecer

Los mosquitos son una amenaza importante para la salud pública, ya que transmiten enfermedades mortales, incluida la fiebre del dengue. Los mosquitos Aedes aegypti son responsables de propagar la fiebre del dengue, que infecta a entre 100 y 400 millones y mata alrededor de 21.000 personas al año . En un esfuerzo por combatir este virus, la Agencia Nacional del Medio Ambiente de Singapur ha estado criando mosquitos infectados con Wolbachia desde 2016. Estos mosquitos están libres de enfermedades. y se ha demostrado que detienen la propagación del dengue. Wolbachia es una bacteria que se encuentra en el 60% de las especies de insectos, y los científicos han descubierto que infectar a Aedes aegypti previene la propagación del dengue.


Estos mosquitos infectados con Wolbachia son difíciles de producir en masa, pero Singapur ha podido automatizar algunos de los pasos que antes se hacían a mano. Si bien Singapur optó por un método de supresión, en el que se liberan mosquitos macho portadores de Wolbachia, los científicos del Programa Mundial de Mosquitos lanzaron programas de Wolbachia en 12 países utilizando un enfoque diferente conocido como reemplazo de población, que requiere menos mosquitos criados en fábrica. El objetivo es sustituir poblaciones autóctonas por otras que no puedan transmitir dengue . Los programas de Wolbachia han cobrado impulso, pero aún queda mucho por aprender sobre cómo funciona dentro de los mosquitos y cómo evoluciona. La esperanza es que este método finalmente reduzca la cantidad de mosquitos portadores del virus y prevenga la propagación del dengue.

Es una creencia común que los mosquitos no son más que una molestia. Sin embargo, en realidad, estos insectos son responsables de propagar enfermedades mortales. En Singapur, donde los mosquitos son un problema constante, los científicos de la Agencia Nacional del Medio Ambiente (NEA) han estado criando millones de mosquitos infectados con Wolbachia. Esta bacteria, que se encuentra en el 60% de las especies de insectos, previene la propagación del dengue, un virus que infecta a millones de personas cada año. Desde 2016, la NEA ha estado liberando millones de mosquitos machos portadores de Wolbachia para suprimir la población de mosquitos nativos portadores del virus. Si bien este método es efectivo, requiere una gran cantidad de insectos criados en laboratorio, lo que dificulta su producción en masa. Para combatir esto, la NEA ha automatizado algunos de los procesos, pero aún sería un desafío cubrir a los miles de millones de personas en más de 100 países que están en riesgo de contraer dengue.

El Programa Mundial de Mosquitos (WMP) y otras organizaciones de investigación han estado utilizando un enfoque alternativo basado en Wolbachia conocido como reemplazo de población. Este enfoque no requiere una gran cantidad de mosquitos y tiene como objetivo reemplazar la población nativa con una que no pueda transmitir el dengue. Tanto los mosquitos machos como las hembras están infectados con Wolbachia, lo que afecta la capacidad de las hembras para transmitir el virus. En un estudio no aleatorizado realizado en Indonesia, la incidencia del dengue se redujo en un 73 % después de un protocolo de reemplazo de población, y en Brasil se redujo en un 69 %. El método ha demostrado ser más simple y asequible, lo que lo convierte en una opción adecuada para países con presupuestos limitados.

Si bien ambos enfoques tienen sus ventajas, la NEA optó por el método de supresión sobre el método de reemplazo de población. Según Ng Lee Ching, director del Instituto de Salud Ambiental de la NEA, Singapur eligió el método de supresión porque liberar mosquitos hembra picadores sería menos aceptado por el público, que no está acostumbrado a las picaduras de mosquitos. El método de supresión ha llevado a una reducción drástica de la población silvestre de Aedes aegypti y, como resultado, ha habido menos casos de dengue.


Aunque el enfoque de Wolbachia ha cobrado impulso, los científicos todavía están aprendiendo cómo funciona dentro de los mosquitos, cómo evoluciona y si empuja la evolución de los mosquitos en direcciones inesperadas.

También existen preocupaciones sobre las consecuencias no deseadas de la liberación de mosquitos genéticamente modificados en la naturaleza. Si bien se ha demostrado que la tecnología es eficaz para reducir las poblaciones de mosquitos en experimentos controlados, aún queda mucho por aprender sobre el impacto a largo plazo de la liberación de estos insectos en el medio ambiente. Además, existen dudas sobre la ética de la liberación de organismos genéticamente modificados en la naturaleza, así como preocupaciones sobre el impacto potencial en especies no objetivo.


A pesar de estos desafíos, los investigadores continúan investigando el uso de Wolbachia y otras técnicas de modificación genética para controlar las poblaciones de mosquitos y reducir la propagación de enfermedades como el dengue, el zika y la malaria. La esperanza es que al desarrollar nuevas herramientas y enfoques para combatir estas enfermedades, podamos mejorar la salud pública y salvar innumerables vidas en todo el mundo.

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