En un vídeo reciente, bistec-umm , la empresa de alimentos con sede en West Chester, ha provocado una conversación sobre el lado siniestro de la inteligencia artificial y la creciente amenaza de la tecnología deepfake. Este vídeo, que presenta un grupo focal de autoproclamados veganos Hablar maravillas del placer de comer carne no es lo que parece a primera vista. Es una campaña publicitaria inteligente y estimulante destinada a arrojar luz sobre los peligros potenciales de la manipulación de la IA y la tecnología deepfake.
El vídeo nos presenta a seis personas que se identifican como veganos. Expresan apasionadamente su compromiso con una estilo de vida basado en plantas , y uno incluso llegó a tener un tatuaje con la “V de vegano”. Pero las cosas dan un giro sorprendente cuando les sirven cheesesteaks. Sus reacciones son abrumadoramente positivas, con exclamaciones sobre la falta de carne y dudas sobre volver a una dieta vegana. Es desconcertante, por decir lo menos.
Sin embargo, el giro de la historia radica en el hecho de que el vídeo es un deepfake. Los participantes del grupo focal nunca consumieron carne real. Los cheesesteaks que les sirvieron estaban enteramente a base de plantas , elaborado con tofu, pimiento morrón y queso vegano. Luego, los creadores del video utilizaron software de inteligencia artificial disponible en el mercado para manipular sus comentarios, poniendo palabras completamente diferentes en sus bocas.
En cuestión de sólo 20 minutos, los comentarios de los panelistas fueron alterados digitalmente para sugerir que creían que “este mundo sería un lugar mejor si más personas comieran alimentos reales”. carne ” o que “comer carne es lo más importante del mundo”. Estos comentarios manipulados resultaron sorprendentes para las personas involucradas.
Los productores del video decidieron revelar la verdad a los panelistas, lo que provocó un suspiro de alivio colectivo. No abogaban por un cambio completo de 180 grados en sus creencias. Más bien, sin saberlo, fueron parte de un experimento para exponer el poder engañoso de profundo tecnología.
La reacción de los participantes del grupo focal fue reveladora. Una persona admitió: 'Nunca había oído hablar de los deepfake', mientras que otra confesó: 'Pensé que era algo de lo que la gente pública tenía que preocuparse'. El experimento sirvió como claro recordatorio de que el rostro y la voz de cualquier persona pueden ser manipulados utilizando esta tecnología, y las consecuencias pueden ser aterradoras.
El vídeo cierra con un poderoso mensaje, instando a los espectadores a Apoyo el Ley de Responsabilidad por Falsificaciones Profundas . La importancia de dicha legislación se hizo aún más evidente cuando el presidente Biden firmó una orden ejecutiva para establecer estándares más estrictos para la seguridad y privacidad de la IA.